Tú = mi felicidad, gracias.

Llegué a pensar que tendría que buscar yo sola mi felicidad y que seria así para siempre, hasta que llegase el fin de mis días. Pero tu cambiaste eso. Ahora se que tengo a mi lado siempre a alguien con quien contar, a la hora que sea, en el momento que sea, sea bueno o malo, para cualquier cosa se que estarás ahí. Me has prometido que me vas a defender siempre. Respecto a mi... Quiero cuidarte a cada momento, llegaré a ser pesada por preocuparme tanto por cada cosa que hagas pero es algo que no puedo evitar. Cambiaste mis días grises y cotidianos por unos con luz y risas continuas, desde el primer día a sido así. Solo deseo, quiero y espero que nunca se acabe estos días así. Gracias por ser la mayor alegría que tengo todos los días desde que me levanto hasta que me voy a dormir.